Día de las Madres Parte 3. Madres en la Historia de Dios: Un Tributo a las Mujeres de Fe
- Gustavo Vargas
- 1 jun
- 3 Min. de lectura

Hay historias que no se olvidan, no porque llenen las páginas de los libros, sino porque marcan los corazones. Historias escritas no con tinta, sino con lágrimas, con manos temblorosas que lavan los pies del Maestro, con voces firmes que desafían decretos de muerte, y con oraciones murmuradas en la penumbra mientras el mundo duerme. Hoy, en este Día de las Madres, queremos detenernos, mirar hacia atrás… y honrar.
Dios nunca subestimó el poder de una mujer. De hecho, en los momentos más oscuros de la historia de su pueblo, fue muchas veces a una mujer a quien llamó. No porque fueran perfectas, sino porque sabían amar con profundidad, actuar con coraje y obedecer con fe.
Ester: El Silencio que Cambió un Imperio
Ester no pidió ser reina. No anheló los perfumes del palacio ni las miradas del rey. Pero cuando su pueblo fue amenazado, no se escondió detrás de las cortinas del privilegio. Ayunó. Lloró. Y se presentó ante el rey con una valentía que solo brota del amor que protege. ¿Cuántas madres hoy se enfrentan a gigantes por el bien de sus hijos? ¿Cuántas se paran, aún temblorosas, ante lo imposible… solo porque saben que no están solas?
María: El Corazón que Aceptó el Misterio
Cuando el ángel le habló, María pudo haber dicho "no". Pero dijo "sí". Un sí que cambiaría el curso de la humanidad. No entendía del todo, pero confiaba del todo. Llevó al Hijo de Dios en su vientre, pero también en su regazo, en sus oraciones, y finalmente, en su dolor al pie de la cruz. Su maternidad fue una mezcla de gloria y espada, de cuna y sepulcro. Y sin embargo, siguió firme. Como tantas madres que aún hoy sostienen la esperanza aunque la vida las sacuda.
Marta y María: Amor Práctico y Amor Profundo
Marta servía. María adoraba. Dos mujeres, dos formas de amar, dos retratos de entrega. Jesús no las comparó, las abrazó a ambas. En cada hogar hay un poco de Marta y un poco de María: la que cocina sin ser vista, la que ora sin ser oída. Dios ve a ambas. Y sonríe.
María Magdalena: Redimida y Dedicada
No sabemos todo su pasado, pero sí sabemos su presente. María Magdalena fue testigo de la resurrección, mensajera de la vida, amiga del Salvador. A veces, las madres también tienen un pasado difícil. Pero en Cristo, el pasado nunca define el futuro. María fue transformada por Jesús… y nunca volvió atrás.
Jezabel: Un Nombre que No Queremos Heredar
Y sí, también está Jezabel. Porque la Biblia no oculta la oscuridad. No para condenar, sino para advertir. Jezabel es un recordatorio de que el poder sin humildad, la voz sin verdad, y la belleza sin santidad… solo traen ruina. Una madre piadosa guía, edifica, ama. Jezabel manipuló, destruyó y odió. El contraste nos llama a decidir qué legado dejaremos.
La Herencia de las Madres del Reino
Hay mujeres en la Biblia cuyos nombres fueron grabados en la eternidad no por su fama, sino por su fe. Y así también hay madres entre nosotros: algunas son conocidas, otras son silenciosas; algunas con títulos, otras con callos en las manos. Pero todas, si aman como Cristo, son madres del Reino.
Si eres madre, hoy te honramos. No por lo que haces, sino por lo que eres: portadora de vida, guardiana de promesas, guerrera en oración, sembradora de fe. Tu influencia va más allá de los años y tus huellas no se borrarán.
Como dijo el salmista, "Tus hijos se levantarán y te llamarán bienaventurada."Como diría Jesús, "Ella ha hecho lo que pudo... y será recordada."Y como podríamos decir todos: "Gracias, mamá. Porque tu vida es una carta escrita por Dios."
¿Te gustaría que lo adapte para presentación en diapositivas, como predicación o cápsula de radio? ¿O deseas que lo traduzca también al inglés o al lenguaje poético tipo salmo? Estoy a tu servicio para la siguiente fase.
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