Ruido Para No Pensar: La Evasión de lo Interior
- Ruben Romero
- hace 9 horas
- 3 Min. de lectura

Hay un tipo de silencio que da miedo. Ese momento incómodo cuando se apagan todas las voces y quedas solo… contigo mismo.
¿Y si, en lugar de paz, ese silencio nos confronta con algo que no queremos ver?¿Y si el ruido que nos rodea no es entretenimiento… sino evasión?
Vivimos en una época en la que todo grita. El teléfono vibra. Las notificaciones zumban. Videos cortos, noticias urgentes, memes, música, pantallas, risas grabadas. Pero detrás de toda esa música de fondo hay un alma… agotada.
1. El ojo que no se cansa de ver
“Nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.”—Eclesiastés 1:8
Salomón no tenía TikTok, pero ya lo sabía. El alma humana no se llena con lo que entra por los ojos. Cuanto más vemos, más queremos. Y cuanto más queremos, más vacío sentimos.
Vivimos una época saturada de estímulos, pero pobre en contemplación. El entretenimiento no es el problema. El problema es que lo usamos para evitar pensar. Preferimos una mente saturada a una conciencia despierta. Nos da miedo mirar hacia adentro. Nos da miedo escuchar el susurro del Espíritu en lo profundo. Así que llenamos nuestra vida de ruido. Ruido para no pensar. Ruido para no orar. Ruido para no cambiar.
2. Una mente secuestrada
“Porque todo lo que hay en el mundo—los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida—no proviene del Padre, sino del mundo.”—1 Juan 2:16
Hoy el mundo nos ofrece un menú a la carta:
Deseos inmediatos.
Imágenes irresistibles.
Éxito fabricado en redes sociales.
Y la trampa no es que lo malo parezca bueno…Es que lo innecesario parece urgente.
La inteligencia artificial nos “ayuda”… pero también nos está atrofiando. Nos sugiere qué escribir, qué pensar, qué preguntar. Y poco a poco, sin darnos cuenta, dejamos de razonar.
¿Qué queda de una mente que ya no piensa, sino que solo responde? ¿Qué queda de una fe que ya no reflexiona, sino que solo consume? El alma no fue creada para sobrevivir con notificaciones, sino para vibrar en adoración.
3. Una mente que adora
“Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro… en esto pensad.”—Filipenses 4:8
Pablo no nos dice solamente qué evitar. Nos dice en qué pensar. Porque la vida cristiana no se sostiene solo con lo que dejamos…Sino con lo que cultivamos.
Una mente en paz no es una mente vacía. Es una mente llena de luz, de verdad, de belleza. Es una mente que ha aprendido a pensar en Dios, a meditar en su Palabra, a contemplar lo eterno, a mirar al cielo y decir:"Aquí estoy, Señor. Habla, que tu siervo oye."
No se trata solo de apagar el teléfono. Se trata de encender el altar de tu pensamiento. De volver a sentir asombro. De dejar espacio para que Dios habite tu interior, y el alma vuelva a respirar.
🌿 En resumen:
No estás cansado solo por el trabajo. Estás cansado porque tu alma no ha descansado en Dios.
No has perdido la fe. Has perdido la atención.
Pero hoy puedes regresar.
Puedes abrir un espacio de silencio…no para huir de ti mismo, sino para reencontrarte con tu Creador.
El mundo pasa. El ruido pasa. Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
🙏 Una oración para terminar:
“Señor, enséñame a vivir en quietud. Que mi mente no se llene de ruido, sino de tu verdad. Devuélveme la capacidad de asombro. Y enséñame a adorarte… desde lo más profundo de mi ser. Amén.”
Comentários