Las Preguntas que Dios Nos Hace
- Ruben Romero
- 22 jun
- 3 Min. de lectura
Hay preguntas que atraviesan el alma. No buscan información, sino revelación. No vienen para señalar, sino para despertar. En las Escrituras, Dios no solo habla con declaraciones y mandamientos, sino también con preguntas. Y no son preguntas vacías: son una puerta al corazón humano.

Desde el Edén hasta el Mar de Galilea, Dios ha formulado preguntas que aún hoy nos alcanzan. Cada una lleva consigo un eco divino que nos invita a examinar nuestro caminar, a redescubrir nuestra relación con Él.
A continuación, comparto algunas de las más poderosas, tomadas de distintos momentos de la Biblia. Cada una puede ser una pausa en tu día, un espejo para tu alma y una oportunidad para escuchar la voz del Espíritu.
📍 “¿Dónde estás tú?” – Génesis 3:9
Dios le hace esta pregunta a Adán después de su pecado. No porque no supiera dónde estaba físicamente, sino porque lo invita a reconocer su condición espiritual. Esta es la primera gran pregunta de la humanidad caída: ¿Dónde estás en relación a Dios? ¿Estás escondido? ¿Estás huyendo? ¿Estás escuchando?
📍 “¿Qué haces aquí, Elías?” – 1 Reyes 19:9,13
Elías, temeroso, se esconde en una cueva. Pero Dios no lo deja solo. Le hace una pregunta directa: ¿Qué haces aquí? Esta es una invitación a revisar nuestra motivación, nuestro llamado y nuestros miedos. A veces nos encontramos lejos del lugar al que fuimos llamados, no porque Dios nos haya movido, sino porque nosotros huimos.
📍 “¿Vivirán estos huesos?” – Ezequiel 37:3
Una pregunta dirigida a un profeta frente a un valle de muerte. Es una pregunta de fe y visión profética. ¿Ves vida donde otros solo ven muerte? ¿Puedes creer en la restauración cuando todo parece perdido?
📍 “¿Qué tienes en tu mano?” – Éxodo 4:2
A Moisés, Dios le pregunta qué tiene en su mano. Era solo una vara, pero con ella abriría mares y vencería reyes. Dios no te pregunta qué te falta, sino qué tienes ya. ¿Qué talentos, recursos, dones o experiencias puedes entregar hoy al Señor?
📍 “¿Haces tú bien en enojarte?” – Jonás 4:4,9
A un profeta que se molesta porque Dios perdona a sus enemigos, el Señor le responde con esta pregunta punzante. ¿Estamos molestos porque Dios es bueno? ¿Nuestro enojo revela egoísmo o inmadurez espiritual?
📍 “¿Por qué dudaste?” – Mateo 14:31
Pedro caminaba sobre las aguas hasta que miró el viento. Jesús lo rescata y le pregunta: “¿Por qué dudaste?” Es una pregunta para el corazón creyente que empieza bien, pero se tambalea. ¿Dónde se rompió tu fe? ¿En qué momento dejaste de mirar a Cristo?
📍 “¿Quieres ser sano?” – Juan 5:6
A un paralítico de 38 años, Jesús no le ofrece un milagro directo, sino una pregunta. ¿Quieres ser sano? No todos quieren cambiar. A veces nos acomodamos a nuestra condición. Esta pregunta rompe el ciclo del conformismo y te desafía a desear libertad.
📍 “¿Me amas más que éstos?” – Juan 21:15
Tras haber negado a Jesús tres veces, Pedro es restaurado con una serie de preguntas, la primera de ellas esta: “¿Me amas más que éstos?” Jesús no busca una respuesta perfecta, sino un corazón rendido. Esta pregunta lo reinstala en su llamado, y puede hacer lo mismo contigo.
📍 “Yo te preguntaré, y tú me responderás.” – Job 40:7
Cuando Job termina su queja, Dios no le da una explicación, sino que lo desafía con una serie de preguntas que revelan su grandeza. Es un recordatorio de que a veces, lo que necesitamos no son respuestas, sino reverencia. Dejar de hablar, y empezar a escuchar.
✨ Conclusión
Las preguntas de Dios no son acusaciones. Son invitaciones al diálogo, a la introspección, al arrepentimiento y al renuevo. Escucha hoy lo que el Espíritu te pregunta. Tal vez no se trata de cuánto sabes, sino de cuánto estás dispuesto a responder.
¿Dónde estás tú?¿Me amas?¿Quieres ser sano?
La voz del Señor aún camina en el huerto al fresco del día… y te llama por tu nombre.
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